Descripción
En Doce pruebas de la inexistencia de Dios, Sébastien Faure deja plasmada su postura respecto de la cuestión religiosa. En un lenguaje accesible, Faure se dirige a los obreros y individuos de las clases más bajas para explicarles las sinrazones y contradicciones que contiene la religión, partiendo de su principio básico: la existencia de un ser omnipotente y omnipresente. Al final de Doce pruebas de la inexistencia de Dios, Faure deja clara su conclusión: “Dejarás las tinieblas de tu ignorancia para entrar de lleno en las puras claridades de tu inteligencia, despierto ya de la influencia letárgica de las religiones”.