Descripción
Como la barba hace su aparición simultáneamente con uno de los cambios naturales más importantes en la constitución del hombre, en todas las épocas ha sido considerada como la insignia de la hombría. Todas las razas principales de hombres, tanto de climas cálidos como fríos, que dejaron estampado su carácter en la historia —egipcios, indios, judíos, asirios, babilonios, persas, árabes, griegos, romanos, celtas, turcos, escandinavos, eslavos— fueron provistos de un abundante crecimiento de este abrigo natural. En consecuencia, sus empresas se distinguieron por un vigor y una audacia acordes. Resulta también indiscutible que sus mayores esfuerzos fueron contemporáneos a la existencia de sus barbas; y una investigación minuciosa demostraría que el crecimiento y la caída de ese rasgo natural ha tenido más influencia en el progreso y la declinación de las naciones de lo que hasta ahora se ha sospechado.