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Con todas estas voces gritando en sus oídos, ¿cómo puede el artista seguir en paz en su estudio, contemplando su modelo o su manzana en la fría luz que atraviesa la ventana? Se ve obligado a participar en política. Dos causas de suprema importancia para él están en juego: la primera es su propia supervivencia; la otra es la supervivencia de su arte. Virginia Woolf
El arte y la literatura, en estos ensayos, aparecen como instancias democráticas y necesarias para un nuevo mundo. La idea de que un artista no puede y no debe separarse de su entorno es repetida una y otra vez en los textos, que nos muestran a una Woolf que cree en un mundo distinto al que conoció: una literatura y un arte nuevos. Solo podemos imaginar la reacción que tendría en una época donde la información es lo más fácil de conseguir. Pero sus palabras siguen llamándonos a apoderarnos de la literatura y a hacerla nuestra, en vez de dejarla en las manos de la elite. Como la propia Virginia dice: “la literatura no es terreno privado de nadie”, así que no hay razones para no disfrutarla nosotros mismos. Ana María Álvarez
Índice
9. Nota del editor
11. La literatura no es terreno privado
17. Conferencias
17. Los artistas y la política
21. La torre inclinada
45. El oficio de las palabras
55. Ensayos
55. El estrecho puente del arte
69. Las mujeres y la ficción
79. Personalidades
85. Pinturas
91. Anatomía de la ficción
95. El arte de la biografía
105. La nobleza
111. ¿Por qué?
119. Horas en una biblioteca
127. Epístolas
127. Mediocre
137. Carta a un joven poeta